La técnica FUE (Follicular Extraction Unit) ZAFIRO , es la manera más avanzada y efectiva para tratar los casos de calvicie y alopecia más desarrollados en hombres y mujeres, consiste en la extracción folicular unidad por unidad de la zona donante y la incisión con punta de zafiro en la zona a injertar para la implantación de los folículos, este material nos permite un resultado más natural y menos lesivo.
En nuestra clínica Capilar Prime apostamos por esta novedosa técnica ya que es mínimamente invasiva, segura y ofrece acabados naturales. Para conseguir estos resultados se pueden llegar a implantar hasta 4.000 folículos en un solo día. No requiere ingreso hospitalario, por lo que podrás incorporarte a tu rutina tras la cirugía de trasplante capilar.
El trasplante capilar consiste en llevar unas unidades foliculares de la zona donante (normalmente la nuca) a las partes donde ya no hay pelo. De esta forma volverá a crecer y sin riesgo de rechazo para el paciente. Hoy, gracias a los avances tecnológicos en el área del trasplante de capilar es posible recuperar la densidad y la línea capilar pérdida.
El trasplante de cabello debe ser realizado por un equipo médico que utilice tecnología y equipos motorizados de alta precisión, para poder restaurar la densidad del cabello en aquellas áreas donde la falta de cabello sea irreversible.
La intervención del trasplante es indolora debido a que se administra anestesia local que elimina la sensibilidad en el área de extracción e implantación. Uno de los procedimientos más utilizados y actuales es la técnica FUE (Follicular Unit Extraction), que proporciona mejores resultados, ya que las unidades foliculares se extraen e implantan una por una, garantizando una apariencia final natural.
Sin embargo, el resultado final del trasplante depende esencialmente de la calidad del material folicular, el equipo utilizado y el grado de especialización de los profesionales que lo realizan.
El trasplante capilar es un procedimiento indoloro, sencillo y seguro, con la garantía de que los resultados serán efectivos y naturales. La intervención es indolora debido a que como dijimos anteriormente, se administra anestesia local que elimina la sensibilidad en el área de extracción e implantación.
Esto permite que el paciente esté despierto durante el tratamiento y siga todo el proceso: puede ver la televisión, hablar, usar el móvil, etc.
La cura definitiva para la calvicie es el trasplante capilar.
Al final de los seis meses, los resultados comienzan a aparecer y se hacen más evidentes cada mes. Pero en muchos casos, especialmente si se realizan tratamientos complementarios, ya es posible obtener resultados visibles después de tres o cuatro meses. Nosotros recomendamos reforzar la cirugía con mesoterapia capilar, es decir, PRP o dutasteride.
La micropigmentación capilar sirve para ocultar cicatrices, para dar sensación de mayor densidad capilar y para crear un aspecto de cabeza rapada en el caso de las alopecias totales y de las cicatriciales.
También se emplea para recuperar otras zonas. Así, la tricopigmentación de cejas y de barba es bastante común y logra muy buenos resultados, sobre todo si se combina con un trasplante capilar en estas zonas.
Los objetivos principales son modificar, corregir, embellecer y reequilibrar de forma semipermanente determinados rasgos corporales mediante la implantación de pigmento en la piel.
La micropigmentación capilar es una técnica de tatuaje que comenzó utilizándose para dibujar pecas y transformar las cejas sin volumen en arcos definidos. Ahora, este procedimiento ha evolucionado y se emplea también en el cuero cabelludo, con profesionales que entintan miles de puntos diminutos para imitar los folículos pilosos.
La técnica consiste en la inyección de una pequeña cantidad de pigmento en la capa superficial de la dermis del cuero cabelludo, con el objetivo principal de conseguir simular la presencia de cabello de aspecto rasurado. Se trata de un procedimiento prácticamente indoloro y, sin duda, constituye una opción para cubrir zonas despobladas logrando un efecto de pelo rasurado, si no hay zona donante para un trasplante. Sirve también en pacientes que quieren un aspecto de mayor densidad en zonas ya trasplantadas o para ocultar pequeños defectos en áreas de cabello corto, como por ejemplo, zonas cicatriciales.
Como complemento al trasplante capilar, podrá permitir cubrir extensiones más amplias si las áreas donantes presentan debilidad y no nos permite hacer un trasplante exitoso. Asimismo, la micropigmentación se puede realizar en la zona receptora, donde previamente hayamos realizado un microtrasplante capilar, para dar mayor sensación de densidad. También puede aplicarse en la zona donante, para dar también una mayor sensación de densidad.
Una tricopigmentación u micropigmentación capilar es útil para las personas que desean disimular cicatrices o pacientes que no son aptos para el transplante debido a que no tiene una zona donante suficiente.
Después de una micropigmentación capilar este es su único cuidado: utiliza una crema hidratante a base de petrolato, como Aquaphor o Vaselina, dos veces al día.
Después de una micropigmentación capilar es recomendable, para su cuidado, no lavar la zona, tomar el sol ni tocar el área de trabajo durante los 4 días siguientes al procedimiento.
Es un tratamiento que exige una gran precisión para transmitir una sensación natural, tanto en hombres como en mujeres. Entre los pros de la micropigmentación capilar, encontramos:
Los pigmentos son inocuos y bioabsorbibles.
Resulta menos doloroso que un tatuaje, pero se pueden eliminar las molestias casi por completo aplicando bloqueo anestésico locorregional en casos seleccionados.
No exige pasar por quirófano, puesto que no es un tratamiento quirúrgico.
El resultado es inmediato. No hace falta esperar mucho para ver el efecto prácticamente definitivo: apenas 2-4 días, aunque el color tarda cerca de 4 semanas en estabilizarse.
Tiene un corto período de recuperación, durante el cual se puede hacer vida normal sin necesidad de bajas laborales.
Son necesarios muy pocos cuidados tras la micropigmentación. Solo es importante no mojar la cabeza ni sudar los 3 días siguientes.
Apenas se dan efectos secundarios, como mucho se puede producir un leve enrojecimiento de la piel.
Es muy útil para mejorar los resultados de otros tratamientos, como el trasplante capilar.
Es semipermanente, por lo que si no te convence el resultado basta con no repetir la intervención o, si lo deseas, aplicar láser para eliminar los restos de tinta.
Pero no todo iban a ser pros en la tricopigmentación. Hay algunos puntos a tener en cuenta antes de realizarse una micropigmentación capilar:
Tu look será siempre el mismo si optas por un efecto rapado.
No tendrás el tacto, la textura o la protección del cabello.
No es una solución definitiva, por lo que son necesarios retoques entre los 3-5 años posteriores. Eso sí, suelen ser más económicos que el primer tratamiento.
Con el paso del tiempo el color se va difuminando.
El plasma rico en plaquetas es un tratamiento que consiste en extraer la sangre del propio paciente. A continuación se separan por un lado los glóbulos rojos y blancos y, por otro, el plasma y las plaquetas que componen la sangre, para utilizar así los factores de crecimiento que poseen estas últimas. Esto se consigue introduciendo la sangre en un sistema cerrado que, al centrifugarla, permite esa separación. Después se inyecta en el cuero cabelludo el plasma con mayor proporción de plaquetas para favorecer ese crecimiento capilar que buscamos, en un proceso rápido e indoloro.
Para entender mejor qué es y cómo funciona el PRP, es importante conocer el papel que desempeñan las plaquetas en las defensas de nuestro organismo.
Las plaquetas son un componente de la sangre junto con los glóbulos rojos y blancos. Cuando una persona sufre un corte o una herida, las plaquetas se agrupan y acuden a la hemorragia para iniciar una curación. Se ha comprobado tras varias investigaciones que extraer las plaquetas concentradas e inyectarlas en zonas dañadas del cuerpo podría acelerar la curación.
Así, el PRP contiene una serie de factores de crecimiento y proteínas que aceleran la reparación de los tejidos. Como algunos tipos de pérdida de cabello están causados por daños en los folículos pilosos, los investigadores han planteado inicialmente la hipótesis de que el PRP podría ayudar a regenerar el cabello invirtiendo el proceso que se produce en la alopecia androgenética. Desde entonces, el PRP se ha convertido en un gran método para recuperar el crecimiento del cabello, ya que al infiltrar PRP en el cuero cabelludo para el tratamiento de la alopecia se consigue aumentar la calidad del pelo y desarrollar el grosor del ya existente.
En medicina también se utiliza el PRP para tratar otro tipo de lesiones, como musculares, o para recuperar ligamentos y tendones dañados en la práctica deportiva.
Para empezar el tratamiento de bioestimulación capilar plaquetaria se toma una muestra de sangre del paciente. Esta muestra de sangre recibe tratamiento en un dispositivo de tecnología avanzada, que provoca la disrupción plaquetaria y la liberación de los factores de crecimiento que se derivan de las plaquetas.
Después el PRP se inyecta al nivel de la dermis, y su efecto estimulante tiene la capacidad de rehabilitar los folículos que se encuentren en fase de envejecimiento. De este modo se vuelve a producir cabello con una buena calidad y resistencia. Todo ello se logra mediante el aumento de la vascularización de la zona tratada, favoreciendo así la producción de colágeno y contrarrestando el efecto negativo de los radicales libres. Con todo ello se evita el envejecimiento celular. Además, y al mismo tiempo, el PRP estimula las demás unidades foliculares para que también produzcan pelo más fuerte y resistente.
Veamos el paso a paso:
Se extrae sangre de una vena del brazo del paciente.
Se coloca la muestra de sangre en una centrifugadora.
La centrifugadora hace girar la sangre, separando sus componentes.
Se extrae el plasma rico en plaquetas con una jeringa. Se inyectan este PRP en zonas del cuero cabelludo a tratar.
Al mes de tratamiento se empieza a notar que el cabello se va engrosando y que se van ganando densidad capilar. Pero es sobre todo a partir de la segunda sesión cuando los efectos resultan más visibles.
Sin duda la bioestimulación capilar plaquetaria es una opción muy interesante para recuperar la salud capilar. Estas son sus ventajas:
El PRP es un tratamiento muy útil para aumentar el grosor del tallo piloso, especialmente recomendable después de un trasplante de cabello, ya que favorece su crecimiento acortando los tiempos y haciendo que crezca con una mejor calidad. Pero es también muy útil si se tiene como único objetivo cuidar la salud capilar, sin haberse sometido a un trasplante.
Ayuda a favorecer la recuperación del cabello en el periodo postparto, una etapa en la que es frecuente que se padezca efluvio telógeno a causa de los cambios hormonales.
Carece de efectos secundarios y no produce alergias. Esto es así porque las plaquetas son del propio paciente, lo que excluye la posibilidad de rechazo.
La bioestimulación capilar con PRP es un procedimiento seguro que puede aplicarse en personas de cualquier edad.
Es útil para regenerar tejidos dañados, favoreciendo la creación de nuevas células. Además, estimula la creación de otros compuestos como el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico.
El PRP es tan beneficioso que no solo se emplea para mejorar la salud capilar, también para mejorar la calidad de la piel.
Resulta una técnica mínimamente indolora y sin necesidad de anestesia local.
Tanto el minoxidil como la finasteride ofrecen soluciones para las primeras fases de la alopecia androgenética. En esta fase el cabello empieza a caerse, pierde densidad y ya aparecen zonas con menos cabello. No son soluciones para calvicies avanzadas ni totales, pues los efectos de ambos fármacos sólo pueden actuar si hay vida en los folículos pilosos, las cavidades donde crece el cabello. Si estos folículos han sido destruidos, no pueden hacer nada.
Ambos tratamientos son de por vida y en la mayoría de los casos exigen ser aplicados (minoxidil) o consumidos (finasteride) todos los días. Su interrupción provocará perder todo lo ganado.
Los efectos y eficacia de ambos fármacos varían con cada persona, lo que hace obligado consultar con un experto que pueda evaluar nuestras características para saber qué grado de eficacia podemos esperar del tratamiento. Hay estudios que cifran la eficacia del minoxidil para la interrupción de la caída del cabello entre un 15% y un 60%, un arco demasiado grande como para extenderlo a la generalidad de las personas. En el caso de la finasteride parece que el fármaco interrumpe la caída en más del 80% de los casos. Sin embargo, esta cifra tampoco debe tomarse como referencia. Sí debemos tener claro lo siguiente: para la comunidad científica actual, ambos fármacos son los más eficaces.
El Minoxidil es un medicamento que se diseñó para regular la tensión arterial. Pero se detectó como efecto secundario, dada su acción vasodilatadora, el fortalecimiento del cabello y la estimulación del crecimiento de cabellos nuevos. Por esta razón se empezó a emplear para poner freno a la calvicie, y hoy es uno de los tratamientos más extendidos.
Es decir, el Minoxidil facilita que los nutrientes lleguen mejor a las unidades foliculares a través de su efecto vasodilatador. Se puede tomar en pastillas o bien que se use por vía tópica (en gel, spray o crema).
El finasteride se ocupa de bloquear la enzima-alfa reductasa, que convierte la testosterona en dihidrotestosterona o DHT, el desencadenante genético de la alopecia androgenética. Con esta enzima controlada gracias al finasteride, es de esperar que la caída del cabello se interrumpa y, en algunos casos, incluso se regenere.
El tratamiento con finasteride es por vía oral, de por vida.
Ambos tratamientos persiguen lo mismo, pero el modo en que lo hacen es distinto: el minoxidil se encarga de estimular el cuero cabelludo directamente, y el finasteride modifica la población hormonal y bloquea el avance de la calvicie desde dentro del cuerpo. Estas diferencias los convierten en tratamientos compatibles.
El finasteride también puede ser la primera solución en muchos casos, particularmente en aquellos donde el minoxidil no es lo suficientemente fuerte. El tratamiento con finasteride es más agresivo que el de minoxidil, pues no deja de ser un tratamiento hormonal, suave y dirigido a una sola clase de hormonas, pero lo suficientemente influyente aunque los resultados tarden en llegar unas semanas o incluso meses.
Es un fármaco que reduce la acción de los andrógenos sobre el folículo paralizando el avance de la alopecia androgénica. Es decir, inhibe la enzima responsable de transformar la testosterona en dihidrotestosterona, responsable de dañar los folículos provocando la alopecia. Este fármaco favorece el engrosamiento de las unidades foliculares, frenando además la caída. Actúa de forma similar al Finasteride.
Es importante saber que es necesario que el grado de la alopecia a tratar aún sea bajo para que sea posible un tratamiento de Dutasteride por vía oral o tópica en forma de crema, loción y microinyecciones.
Asimismo, para potenciar sus efectos es buena idea aplicar también tratamientos como la mesoterapia capilar o el Plasma Rico en Plaquetas (PRP).
La forma de administración más habitual es la mesoterapia, que implica aplicar microinyecciones de Dutasteride en las áreas afectadas por la alopecia. Por esta vía se consigue que el fármaco actúe directamente sobre la raíz del folículo. Es un proceso prácticamente indoloro, que dura menos de media hora, no requiere cuidados posteriores y no deja marca alguna.
Normalmente se aplica Dutasteride tras un trasplante capilar para mejorar los resultados, al proteger las unidades foliculares implantadas y darles más vitalidad. Pero si estamos ante una alopecia agresiva o se ha caído gran cantidad de pelo, el trasplante es la única opción para recuperar el cabello perdido.
Con los tratamientos capilares la constancia es la clave, además de ajustarlos al tipo de alopecia y a las particularidades de cada paciente. Por lo general, pueden tardar semanas o meses en verse los primeros resultados, porque la tarea de revertir la miniaturización provocada por los andrógenos y el crecimiento de nuevos folículos no sucede de un día para otro. Hay que tener en cuenta la duración del ciclo de vida del cabello.
En el caso del Dutasteride, se empiezan a notar sus efectos pasados los 3-6 meses, alcanzando los resultados máximos pasado el año o año y medio.
Lo más frecuente es que sean necesarias 2-3 sesiones al año para aumentar la densidad capilar.
En cuanto a efectos adversos, se ha detectado un porcentaje muy bajo de pacientes que presentan cambios hormonales a raíz del tratamiento con pastillas de Dutasteride, que pueden provocar en varones un descenso de la libido y disfunción eréctil. Además, hay que valorar que no es útil para casos avanzados de alopecia o para la alopecia por tracción.